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EXPANSION - Consecuencias de la subida del SMI



La formación del nuevo gobierno de España, trae como tarea pendiente, a tenor de los pactos suscritos entre las formaciones que lo componen, la revisión del salario mínimo que afecta aproximadamente a 1.200.000 trabajadores.


En 2019 se incrementó el mismo un 22,3%, pasando de 735.- a 900.-,. Ahora, y después de muchos tiempo de rumores, acabamos de conocer que el Gobierno ha llegado a un acuerdo con la CEOE, UGT y CCOO para subir el salario mínimo interprofesional a 950 en 2020. La siguiente pregunta que cabe hacerse es, ¿cuánto se incrementará el salario mínimo los próximos años?


Este salario mínimo, a efectos laborales, sirve de referencia para fijar los salarios de importantes colectivos, muchos de ellos en el sector servicios. Desde un punto de vista si se quiere, humano, este salario viene a establecer un requisito mínimo de dignidad de los trabajadores, intentando evitar situaciones de explotación, que menoscaben los derechos de la persona, pues establece una cantidad mínima por la que hay que retribuir cualquier tipo de trabajo.


Personalmente soy partidario de que el salario mínimo tendría que tener un nivel satisfactorio, lo mismo que las pensiones, pues esto permitiría llevar una vida más digna para asalariados y pensionistas. Pero este sueño de fortuna tiene que ser atemperado con la realidad de la disponibilidad empresarial, y con la realidad de las arcas del Estado y Seguridad Social.

Por ello, el salario mínimo deberá ser incrementado en aquellos importes que no hagan peligrar la viabilidad empresarial, situación esta, que me temo deberá ser analizada caso por caso.


Aparte de todas estas consideraciones, me llaman la tención dos consecuencias (una de ellas muy obvia) que se producirá por esta subida (ya se están produciendo), y se incrementarán a medida que acrecentamos la subida. La primera obvia; la tentación de aumentar los pagos de salarios en dinero "b", o dicho de otra forma, que determinados empresarios y trabajadores se pasen al "lado oscuro".


La segunda es más compleja y me llama más la atención. Si hay un aumento, pongamos, del 15% de salario mínimo, el empresario tendrá que repercutir ese incremento en una subida del precio del producto que vende o el servicio que presta, a fin de mantener su beneficio. A modo de ejemplo, y sin que las cifras sean reales, si un camarero empleado gana 1.000.- y le suben a 1.150.-, el dueño del bar, para mantener su beneficio empresarial deberá incrementar el precio del café, pasando de 1.- a 1,15.-. El cliente sufrirá este incremento, pero además, es muy posible que a ese cliente, no le hayan subido el sueldo, pues puede ser de la mayoría de asalariados que cobra más del salario mínimo (un 94% de los asalariados). Es decir, al final, al que no le suben el salario, termina perdiendo poder adquisitivo, ya que tiene que pagar el café un poco más caro.


Pero sigamos con el ejemplo del bar. El dueño del mismo, no sólo tendrá que repercutir en sus productos la subida del salario mínimo, sino que muy posiblemente las compras de materiales (el café) hayan incrementado su precio, porque el empresario que vende los granos de café, haya tenido que hacer frente a la subida de sus empleados que elabora el café. Por lo tanto, el dueño del bar, tendrá que subir nuevamente el precio del café para situarlo en 1,30.-, incremento que con muchas probabilidades recaerá en el bolsillo del empleado al que no se le ha subido el sueldo.


Todo esto viene a significar, que una medida social deseable, puede tener unas consecuencias complicadas, generando un aumento de precios no deseado, y reduciendo la capacidad adquisitiva de una parte importante de la población, es decir, efectos no deseados.

¿Significa esto que no hay que incrementar el salario mínimo? Por supuesto que no, pero se tienen que conjugar otras formulas que no es nada fácil. Al fin y al cabo el incremento de salario tiene como finalidad aumentar la capacidad adquisitiva del asalariado. Ahora bien, el aumento de dicha capacidad puede venir por elevar ese salario, reducir el precio de bienes y servicios, o una mezcla de los dos. Así mismo, el precio de bienes y servicios generalmente está formado por el valor que le da el empresario (valor de venta) más la carga fiscal que le añade la administración (generalmente IVA). Si se redujera esa fiscalidad sobre determinados bienes, considerados necesarios, se lograría un mayor poder adquisitivo para todos, con lo cual ese salario mínimo que tendría una menor subida, aumentaría en capacidad adquisitiva, aumentando el consumo, y por consecuencia la recaudación, sin que hubiera importantes incrementos de precio.


Abogado mercantil RLD

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